Diferencias entre el pulido y el abrillantado: qué es el pulido
Mucha gente usa los términos pulir y abrillantar erróneamente cuando se trata de hablar de los procesos que aplicamos en suelos, pavimentos y superficies para recuperar su brillo o renovar superficies dañadas por el paso del tiempo y el uso. Y la verdad es que, cuando te expliquemos a continuación las diferencias entre una técnica y otra, jamás volverás a dudar al respecto.
¿Qué es el pulido de suelos?
El pulido de suelos consiste en la igualación de la superficie que estamos tratando. Es decir, cuando un suelo ya está deteriorado, debido a factores como el tiempo, el tránsito al que está sometido o su uso más o menos exigente, nos referimos a igualarlo a la hora de volver a conseguir una superficie uniforme, sin rayones, manchas o imperfecciones.
La acción del pulido se lleva a cabo con materiales más abrasivos dado que necesita de un nivel de exigencia mayor para conseguir el resultado óptimo e igualado en todo el suelo.
Al provocar este desgaste de las capas superficiales del suelo, su grosor va disminuyendo con cada pulido, por lo que no es un tratamiento que deba hacerse demasiado a menudo, sino solo cuando sea claramente necesario.